El envejecimiento de nuestra piel no solo es resultado del paso de los años. También recibe una importante influencia de factores externos, como por ejemplo las condiciones climáticas. El fotorejuvenecimiento es un tratamiento que aplica luz intensa para estimular la regeneración de la piel y la formación de colágeno.
Además de mejorar notablemente el aspecto de nuestra piel, también consigue eliminar la piel dañada y proporcionar un aspecto rejuvenecido.
Es un tratamiento versátil que consigue mejorar la piel y proporcionar un aspecto terso y más suave. Es muy eficaz para eliminar manchas rojas, vasos dilatados y las manchas producidas por la exposición al sol.
El fotorejuvenecimiento estimula el nuevo colágeno ofreciendo a la piel un aspecto rejuvenecido libre de poros dilatados y arrugas. Se aplica, principalmente, en el rostro, cuello y escote.
Es un tratamiento indoloro y de rápida recuperación. El tiempo no suele exceder de los 30 minutos y los resultados son visibles prácticamente tras las primeras dos sesiones. Lo más importante es que no deja marcas ni cicatrices en la piel y no existe ninguna indicación respecto a la edad.
Entre una y otra sesión deben transcurrir entre 15-20 días y se debe evitar la exposición al sol tras el tratamiento. Una vez finalizada la sesión, se aplica una crema calmante sobre la zona tratada para favorecer su recuperación.
Gracias al rejuvenecimiento fácil se estimulará la formación de colágeno y se mejorará de forma notable la apariencia de la piel y su salud.
No tomar el sol o UVA antes del tratamiento, usar protección solar después de realizar el tratamiento, utilizar las cremas recomendadas dependiendo del tipo de piel de cada paciente y no es recomendable aplicar este tratamiento mientras se realiza o se ha realizado otro tratamiento en un periodo corto de tiempo