Toxina Botulínica Patas de gallo y entrecejo
Solución estética para las patas de gallo y el entrecejo mediante la aplicación profesional de Botox.
Requiere diagnóstico médico, es prácticamente indoloro, incorporación inmediata a su rutina diaria, la duración del tratamiento dependerá de cada caso, la duración de la sesión será de unos 30 min, la sensación es de leves pinchazos, casi imperceptibles, los efectos del tratamiento son que elimina o reduce las arrugas de expresión del tercio superior de la cara dando un aspecto más juvenil con facciones más relajadas.
Conseguiremos un efecto rejuvenecedor natural que dura 3-4 meses
Es un proceso prácticamente indoloro de infiltraciones con Toxina Botulínica tipo A.
Se inyecta la sustancia en las patas de gallo y el entrecejo para suavizar las arrugas de expresión y prevenir su aparición en el futuro.
La Toxina Botulínica Tipo A relaja la contracción muscular del tercio superior que causa la arruga, suavizando las facciones y consiguiendo así que la cara tenga un aspecto más joven durante más tiempo. Los efectos son visibles a partir el tercer día.
Suaviza o elimina las arrugas de expresión más comunes, provocadas por la pérdida de elasticidad de la piel, fuerza muscular, estrés, etc. demás de evitar que se formen más en el futuro a través de relajación facial.
Retrasa el envejecimiento reduciendo la contracción de los músculos y aportando un efecto rejuvenecedor de la zona superior del rostro, dando un resultado muy natural que durara entre 3 y 4 meses.
Permanecer erguido las cuatro horas siguientes a la sesión, no acostarse, ni realizar actividades fisicodeportivas o sudorosas.
Evitar medicamentos anticoagulantes y no consumir alimentos o bebidas con efectos vasodilatadores (café, alcohol, etc.) durante los primeros días.
Usar protección solar.
Evitar la exposición solar durante los primeros días.
No realizar otras infiltraciones en 15 días mínimo.
Consultar compatibilidad con algunos medicamentos.
Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, personas con hipersensibilidad a la Toxina Botulínica tipo A, personas con infecciones cutáneas activas, personas con miastenia grave o síndrome de Eaton Lambert, que bloquea la comunicación entre los nervios y el músculo.